Si acaricias con tus dedos las yemas de los míos,
justo como hiciste ayer,
a los dos nos parece que quizá si te quiero.
Y los dos nos ponemos tristes
porque los dos sabemos que no es cierto.
Y los dos nos preguntamos
por qué deje mi mano entre las tuyas,
justo como hice ayer,
durante tanto tiempo.
Seguramente por que las yemas de los dedos saben más de entrega que el mismo corazón.
ResponderEliminarTal vez las manos se sentían cómodas así.
ResponderEliminarIncreible..!
ResponderEliminarDulce y terrible a la vez, felicidades.
ResponderEliminarMuy bueno, cómo siempre :D
ResponderEliminarEl formato!!! lo cambiaste =)
ResponderEliminarNo dejes tus manos entrelazadas en las manos de un chico o será tu perdición, Alba!
:P