Tú siempre fuiste así de maravilloso.
Te gustaba quedarte bajo la lluvia, decías que esperabas el Sol. Y sonreías.
A veces también llegaba el arco iris, era entonces cuando te echabas sobre la hierba y respirabas fuerte.
Te gustaba el olor a tierra mojada.
Me encantaba verte despertar cada mañana, con esa cara de sueño, los ojillos medio cerrados y el pelo alborotado, estabas realmente guapo.
Algunos días te levantabas antes de lo normal para ver amanecer, decías que ibas a verme, decías que ibas a ver el alba.
Eras tan adorable…
Me encantaba escucharte, tenías la voz tranquila, serena, dulce.
Recuerdo que me contabas historias, sabías miles. Nos sentábamos frente al fuego y tú hablabas. Siempre fue agradable oírte hablar.
También me acuerdo de tus ojos, azules y envolventes, titilantes y hermosos. No sabes cuánto me gustaría volver a contemplarlos.
Y de tu sonrisa. No hay nada que anhele más que volver a verte sonreír.
Me acostumbraste mal, tú siempre sonriendo, y ahora…Ahora no puedo hacer otra cosa que echarla de menos y, aún así, alegrarme…
Ahora que no estás, yo esperaré el sol por ti.
Esperando otra publicacion tuya ^^
ResponderEliminarSaludos
Dios...
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