viernes, 10 de septiembre de 2010
Había un chico que me hacía cosquillas en la nariz...Con tan solo mirarme. Y era francés.
Tus manos tenían aromas fuertes a café
y a chocolate humeante si era sábado.
Tus ojos albergaban anhelos de volver
y tibias lágrimas bajo sus párpados.
Dices que no amabas sino a un vago recuerdo,
que sufrías por vestigios de añoranza.
Dices que querías volver a alzar el vuelo,
llegar al cielo, tocar el sol, salvar tu alma.
Te fuiste, y ahora que has regresado no sé
dónde dejaste olvidada a la nostalgia,
entre qué besos quedó tu locura o por qué
bailas riendo bajo las acacias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"Entre qué besos quedó tu locura", ¡qué bonito! (y doloroso, supongo).
ResponderEliminarBailar riendo bajo las acacias... ¿Felicidad?
mu bonito
ResponderEliminarfelicidad, sí, ansias de vivir...
ResponderEliminardemasiado tiempo sin leerte, y llegas pisando fuerte, el texto es brutal, como sueles acostumbrar ya.
ResponderEliminarUn beso