jueves, 17 de febrero de 2011
"Que sea cierto el jamás" ¡Oh, muérete!
Es estender por qué al pronunciar la palabra "titiritero" me acuerdo de las cosquillas. Es entender por qué la palabra "regocijo" sufre o por qué los murmullos susurran carcajadas. Es sentir que la palabra "anhelo" es tan líquida como el agua y que la palabra "quebrarse" ya está quebrada. Es saber que la palabra "amor" es demasiado ordinaria o reconocer que los (de)svaríos, los (de)sequilibrios y los (de)lirios están locos de remate.
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anhelar es una gran palabra!
ResponderEliminarSiempre pagan las consecuencias los locos de remate xD
ResponderEliminarChulo chulo, A. :D
Locos de remate, pero no por ello menos ciertos.
ResponderEliminarJamás digas jamás.
¡Oh, sea cieertamente incierto el jamás: let it be!
Meredith
Me encanta cómo escribes, me encanta este blog! Te sigoooo:)
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