jueves, 5 de mayo de 2011
Llevo tiempo sin romper muñecos.
No sé, yo me lo imaginaba escribiendo en servilletas con manchas de café y vistiendo una camiseta de color azul llena de migas de bizcocho. Tumbado en el sofá mirando al techo, mientras explota burbujas de plástico con las manos y dice frases raras. Corriendo por el pasillo con los pies mojados porque se le ha olvidado coger la toalla antes de ducharse. Piropeándose delante del espejo mientras se sonríe y se pellizca las mejillas. Inventándose preocupado palabras que rimen con brújula al haberse percatado en la pescadería de las pocas que hay. Quitándose las legañas mientras va en el autobús porque no recordó lavarse la cara esa mañana. Contando por segunda vez todos los lunares que tiene en el cuerpo porque desea haberse equivocado y que en realidad no sean pares. Enamorándose de mi al oirme pronunciar en alto penibán sin tartamudear.
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me gusta tu imaginación desbordante
ResponderEliminarun descubrimiento, tu blog. Me quedo
ResponderEliminarCómo siempre, genial.
ResponderEliminarcomo para no enamorarse de ti pitufa :)
ResponderEliminarMuchos te llamarían, acertadamente, algo así como "Diosa Suprema"; y uno de ellos lo confirmaría reiterando que le encantó oírte pronunciar la palabra penibán sin tartamudear. Entonces tus labios formarían un enorme paréntesis al tiempo que te darías la vuelta sin despedirte.
ResponderEliminarMeredith