viernes, 10 de agosto de 2012

Tú serás mi invierno.

No sabes, amor,
que me sobreviven todas las madrugadas.
Que muero de ti
- de tristeza de ti -
como mueren las noches.

Creo que es la luz de los días cada vez más cortos,
la llegada del otoño,
del frío,
de la miopía cristalina.

Hibernaré, amor, este otoño.
Verán mi cuerpo andar, hablar,
incluso sonreír,
tal vez.

Pero no seré yo.

Yo estaré como los lirones,
como muerta,
esperando
a que pase el frío del otoño
para volver a casa
con el calor del invierno.