viernes, 1 de julio de 2011

Ahora te guiño y desapareces.

A nadie le importa que yo te esté olvidando de una forma distinta a todas las demás formas que hubo antes. Y sé que al principio no sabré muy bien que hacer conmigo misma, que probablemente diga que me enamoro del primer chico que vea sentado en el banco de algún parque o que mire el escaparate de alguna librería. Que me de por escribir un libro que cuente la historia de un olvido en menos de diez páginas. O quizá que desde ahora me gusten las mujeres, que son más valientes en el amor. Pero todo esto son solo hipótesis, lo que está claro es que no dejaré que vuelvas nunca más.

4 comentarios:

  1. No dejes que vuelva, siempre es mejor dejar que se valla y así olvidarse antes.

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  2. Es curioso... me da la impresión de que vamos a la vez en este momento, y que hemos pensado en cosas parecidas...

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  3. Lo que dices es una mentira con intención verídica, pero no por ello cierta, caducada por el desgaste de tantos intentos de olvido. Tú crees que no mientes, porque eso es lo que quieres creer. Quieres creer que lo que a tí te gustaría que fuera lo verdadero. Pero no sabes si lo ess en realidad. Y no lo sabrás hasta que el magma o las nubes te lo muestren empíricamente.
    Mientras tanto, confórmate con el limbo intermedio oculto tras los versos de la poesía. Mientras tanto, falsas son tus palabras.
    Meredith

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  4. ¿De verdad quieres que no vuelva nunca más?

    :)

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