domingo, 3 de julio de 2011

Naves espa/eciales.

Cuando las naves espaciales llegan al cielo son tan pequeñas como pipas de girasol. De niño, mi padre me llevaba a ver despegar naves espaciales. Eran enormes. Lo que más me gustaba era la parte de arriba, esa que tiene forma de bala. Para verla había que girar la cabeza hacia atrás y estirar mucho el cuello. Las naves espaciales atraviesan el cielo y aún llegan más allá. Por eso a mi me preocupaba la gente que se había mudado a vivir tan arriba. Pensaba que las naves espaciales destruirían mucho a su paso. Los daños materiales serían grandísimos. Incluso podría haber muertos. Qué inconscientes eran los que aún no habían dejado de vivir nunca.
Esto fue juzgarlos injustamente. Más tarde decubrí que construían las naves de tal manera que fueran disminuyendo su tamaño conforme ascendían. Cuando llegan a la línea azul que hace de frontera con el cielo, es ya casi imposible verlas. Los habitantes de arriba deben creer que son mosquitos.

3 comentarios:

  1. ¿cuándo se te agotará la imaginación?:)

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  2. Concuerdo con jojoaquin, tu relato es exquisito.

    Abrz.

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  3. "Qué inconscientes eran los que aún no habían dejado de vivir nunca."
    Me encanta.
    Meredith

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