martes, 11 de octubre de 2011

Estoy triste, Molina.

Ahora que me preguntas, no sé, igual sí que estoy un poco triste hoy. Porque, ¿sabes?, noto como algo raro aquí, en la boca del estómago y creo que es eso, tristeza. Y antes lloré un poco, y ahora también. Y tengo pena por no echar a nadie de menos, y esa pena es peor que la pena de extrañar a alguien.  Es una pena como de extrañar a todo el mundo, imagínate que grande tiene que ser... extrañar a millones de personas todas a la vez, de golpe. Y vuelvo a sentirme como a los quince años, que igual parece que no ha pasado tanto tiempo, pero cuando se es así, tan joven, pues es como que quedó muy lejos, como en otra etapa, y da miedo estar allá atrás. Que yo de aquella me quería marchar de aquí, pero no me atrevía ¿sabes?, porque yo sentía que mi mamá me quería mucho y no podía dejarla. Que se iba a quedar triste para siempre si me iba. Además, me daba miedo irme. Qué porras, ahora también me da miedo, mucho más que antes. Creo que el problema es que hay un diferencia enorme entre la persona que soy y la que me gustaría ser, porque yo hablo muchas veces de conquistar el mundo, pero luego yo solo quiero vivir tranquila, sin problemas, sin enfrentarme a nada, que me da mucho miedo morirme.
Y yo sé que tú me entiendes, Molina, porque eres mujer como yo y porque también estás triste.

5 comentarios:

  1. Da una angustia el miedo a morirse, da una angustia...


    Abrz.

    ResponderEliminar
  2. perfectamente entendido...
    magnífico!

    ResponderEliminar
  3. Clavado: "porque yo hablo muchas veces de conquistar el mundo, pero luego yo solo quiero vivir tranquila, sin problemas, sin enfrentarme a nada, que me da mucho miedo". ;)
    Meredith

    ResponderEliminar