martes, 17 de julio de 2012

Expiación.

Llegado el momento tendré que salvarle
del mundo, de las pestes, de la vejez,
de la curva que forme mi cuerpo,
de mí misma.
Empezaré ahora:
su catarsis será mi expiación,
la forma de pagar por lo no hecho,
por las ausencias
- por la única ausencia interminable
que nacía de mi cuerpo -
Le echaré de menos
y no podré decirlo,
me dolerá quererle
(me duele quererle ya)
me obligaré a pagar la deuda
- la única deuda interminable -
con aquello que vive bajo su piel.


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