martes, 24 de julio de 2012

Luis.

Te quiero.

Te seguiré queriendo también dentro de cincuenta años.
Veré tu mano empujando las bicicletas de nuestros hijos,
acariciándoles el pelo cuando lleguen del colegio.
Te escucharé consolarlos cuando estén tristes:
les pondrás tiritas en las heridas,
les besarás cuando lloren,
les enseñarás a perdonar
y a pedir perdón.

Sonreiré
- tal y como hago ahora-
al verte aparecer por las esquinas,
por las puertas de la casa a la que llamaremos hogar.

Notaré
tu cuerpo al lado del mío todas las mañanas,
los dedos entrelazados bajo la almohada,
tu aliento haciéndome cosquillas en la nuca.


A la mierda los modernos.
Te juro que en esta vida no quiero otra cosa.  

7 comentarios:

  1. Bucólico, límpido y certero. La crudeza -realismo- del verso es a veces tierna, bonita y esperanzadora.

    Un saludo.

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  2. Paf!, ahí está. Qué lindo, qué bonito este poema, viva Luis y vivas tú. Bueno, todos, todos merecemos amar así.

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  3. Directo desde el corazón. Madre mía, la vida es tan simple y la complicamos tanto...
    Siento lo mismo, a la mierda los modernos.

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  4. Y... me gusta. Me resulta sincero, directo, sencillo (y no simple)... me encanta =) Te sigo siguiendo, poetisa!

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  5. Q bonito... Echo de menos un feedburner o algo para recibir tus post en el correo.
    Es que leerte es TAN, TAN... Llenas eso que muchos no nos atrevemos a decir de esa manera

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