miércoles, 27 de abril de 2011

Los gatos.

Los gatos tardaron mucho en llegar.

Les esperé todos los días durante los primeros cinco años. Me levantaba agradecido de haber sobrevivido una noche más y subía las persianas para comprobar que no estaban fuera, esperándome.
Con el tiempo dejé de tenerles miedo, pensé que ellos se habían olvidado de mí, así que yo me olvidé de ellos.

Me dispuse a vivir una vida cualquiera, imité conductas y comportamientos. Encontré un trabajo e hice amigos, de vez en cuando salía con chicas, diez minutos o seis meses, lo que ellas quisiesen, desayunaba tostadas, hacía la compra los sábados por la mañana e iba al cine los domingos por la tarde. Nunca tuve mascotas.

La primera noche que soñé con ellos fue también la primera noche que dormí con Glenda. Cuando yo abrí los ojos y me incorporé sobresaltado, ella ya estaba despierta y contemplaba asustada el sudor frío que corría por mi cara. He soñado con los gatos, le dije. Pero ella no entendió y se lo conté. Le conté que yo estaba caminando por una carretera desierta, llena de polvo, que los pies me dolían y que no tenía zapatos, que el sol apuñalaba fuerte mi espalda y que yo oía a los gatos corriendo detrás de mí, maullando como locos, cada vez más fuerte. Entonces yo empezaba a correr también, pero miraba hacia atrás y no veía a los gatos, aunque el sonido era cada vez más fuerte. Hay un momento en el sueño en que dejo de correr, aunque no los vea, se que los gatos me rodean y ya no tiene sentido querer huir. Me siento en el suelo y me tapo los oídos.

Glenda se quedó a dormir muchas noches más. Creo que fue porque pensó que estaba loco. A las chicas les encantan los locos. Son una especie de semidioses.

Los gatos llegaron de verdad un año después de aquel sueño.

4 comentarios:

  1. puede que no deba decir nada y tomarme el relato tal como es; pero mi interpretación es que los gatos son lo que nos da miedo y no nos atrevemos a hacer, aunque al final, tiene solución... ?¿

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  2. En realidad el relato no siginifica nada, solo lo que dice :D
    Pero está bien que saqueis conclusiones.

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  3. Yo la conclusión Ámbar es que odio a los gatunos. jajaja.

    Bonito relato. Un saludo

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  4. La única conclusión que ha de sacarse es que es cierto que a los locos les gustan las locas, y viceversa. A los raritos les gustan las raritas, y viceversa. Y así hasta un número indeterminado de adjetivos posibles. Científicamente comprobado.
    Meredith

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