jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Quién,
si no tú,
me puede querer a mí
cuando me transformo en dragón
y me salen escamas en el cuello,
pústulas en la piel
y por las piernas pelos?

¿Quién,
si no tú,
que te gusta hasta que te mienta
y escupa?

A veces,
cuando apoyas la barbilla en la palma de la mano,
podrías tener nombre de mujer.

Miras como al infinito
- o no miras -
y te pones triste
y yo siento que eso es como amarse a sí mismo,
como si fuera tu mano mi mano
y tus ojos fueran los mismos ojos
- tristes -
que giran dentro de mis cuencas.



10 comentarios:

  1. Pero muchacha, como escribes de infinito y bien¡¡¡
    Un abrazo.

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  2. La siguiente entrada en mí bolg irá por ti.
    Escribiré un hombre.
    Otra abrazo Alba.

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  3. Una preciosidad. Un texto muy evocador.

    Saludos!

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  4. quizás aprendas el significado cuando te saques el carné de conducir;) Estoy con Bigmouth, cada día escribes mejor. Besos

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  5. Muy interesante esta transmutación biológica de versos y sentimientos. Un placer devorarlos. Salud!

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  6. Haces una radiografía perfecta. Como los viejos poetas.

    Abrz.

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  7. Dragón de pelos y sudores, qué terrible cuento típico en que te diera muerte un príncipe con mallas antes de que ardan murallas, almenas y poblados.

    Reserva esa glauca grupa de escamas iridiscentes para un herrero o campesino con ínfulas de jinete...

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  8. ni aún respondiendo eso, Alba, tú nunca serás vulgar. Besos

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  9. Un Dragon malvado, indomable pero lleno de fuego =) Precioso! =) tus desequilibrios dejan muchos versos delicioso a la vista! =) Un Beso! =)

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  10. Rácio brinda por ti. Ya te dije que en la siguiente entrada hablaría de UN HOMBRE.

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